Eso en parte es normal. RGB tiene 16.800.000 tonalidades y CMYK sólo 64.000, es lógico que al pasar de uno a otro pierda algo. Pero como las imprentas trabajan en CMYK, no hay alternativa: NO PUEDES enviarle un archivo en RGB. Al imprimir, se hará la conversión pero los colores quedarían mal, esa es la razón por la cual algunas fotos salen "lavadas", como si le faltara tinta a la imprenta, o con los colores cambiados (cielo gris en lugar de azul, un césped ocre en lugar de verde, etc). Son los problemas cotidianos, que ya toda imprenta conoce.
Sin embargo, todo depende de un término mágico: el perfil de color (perfil ICC). Si tienes una correcta calibración de color en al Administrador de Color, los colores deberías salir casi idénticos, y la pérdida de color debería ser mínima. Eso, por supuesto, merece ser explicado con mayor detalle, ya que depende de muchos factores, por ejemplo, el tipo de papel (coteado, es decir, brillo, u opaco o mate), del tipo de tinta que se utiliza (no son las mismas para Europa que para Estados Unidos), etc. Parte del truco consiste en cómo hacer coincidir una tabla de colores con la otra, para ello lo mejor es hacer click en el circulo cromatico (los circulos de colores) y elegir Representacion Perceptual.
Y por supuesto, usar la msima calibración en todos los demas programas que uses (photoshop, photopaint, etc) para que no haya diferencias de color ni tonalidades, de lo contrario lo verás con colores brillantes y luminosos en un programa y totalmente apagado en otro. Ante cualquier duda, ya sabes mi mail, puedes enviarme alguna imagen o algo que necesites comprobar.
Saludos
Ariel
|