Hoy vengo de la conferencia estrella del área de creatividad de la Campus Party: La creatividad según Toscani.
Oliviero Toscani es un fotógrafo de éxito con muchas portadas de las principales revistas de moda como Elle, creador de las campañas más recordadas de Benetton, así como de Esprit, Valentino, Chanel o Fiorucci, entre otros grandes anunciantes que le han confiado la creatividad para sus marcas. Su estilo transgresor hacía que sus fotografías, la base de sus campañas, crearan una línea de personalidad de las marcas elegidas, como un mensaje paralelo que daba pinceladas de tolerancia, de denuncia, de fusión, de complejidad, de variedad… mensajes que podrían haber representado a muchas ideas, a muchos clientes, a muchos productos, pero que los propios clientes posiblemente jamás hubieran aceptado ser anunciados de forma tan provocadora. Benetton quizás fue el más arriesgado en sus primeras apuestas con Toscani y la controversia sobre si aquello era o no un anuncio de ropa, el debate ético alrededor de sus campañas y la alta difusión de las mismas, amén de la multiplicación en los medios simplemente para comentarlas, provocó un éxito sin precedentes del que podríamos llamar antianuncio: algo que sería directamente rechazado por un cliente, por su departamento de marketing y por la mayoría de la gente a la que, a priori, preguntaran. Y en cambio fue un éxito sin precedentes que le valió 4 Leones de Oro en Cannes y que aún hoy, décadas después, reconozcamos perfectamente la campaña, la fotografía y el anunciante. United Colors de Benetton es un clarísimo ejemplo de ello.
Su peculiar forma de entender la creatividad como una forma de provocar sensaciones es una fórmula que le ha dado muy buenos frutos y, aunque haya perdido la novedad, la capacidad de sorprender y de diferenciarse, sigue explotando formas de comunicar sus mensajes de tolerancia, de integración y de variedad cultural a cada paso que da, bien como parte de una campaña publicitaria, bien como una forma de expresión particular en una exposición temática normalmente polémica o políticamente incómoda, no porque hable de política –que también- sino porque sus posturas y muestras de realidad son tan sinceras como normalmente acalladas por una corrección que suele mirar para otro lado cuando lo que es como es no gusta. Caiga quien caiga.
La charla ha sido en gran parte una retrospectiva de sus trabajos –muchísimos- comentándolos por campañas, por clientes o por línea creativa, las dificultades y prejuicios de los clientes, la repercusión y la polémica de qué es creatividad y qué el llamar la atención para captar la atención, algo que él entiende de una forma muy particular. Para él el inicio de todo es la creatividad, las ideas. Luego la perfección le importa menos si el mensaje ya es correcto. Su necesidad de innovar le lleva a propuestas que se salen de los límites establecidos y, como todos los que se salen de los límites, son los que dan la nota o la campanada, según sean encajadas por el público, según sus ideas sean mejores o peores, algo que para él es la esencia de todo. Creatividad, trabajo, inconformismo, buscar nuevos caminos, luchar por comunicar… El éxito vendrá por una buena creatividad y unas buenas ideas nos permitirán elegir a los clientes con los que nos queremos anunciar (qué fácil es decir eso siendo Toscani).
Me ha hecho gracia un comentario que ha hecho sobre la creatividad. Uno no puede decir de sí mismo que es creativo. Eso lo tienen que decir siempre los demás. Cuando alguien que quiere trabajar con él se autonombra creativo… no le contrata.
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